Una de las bombas nucleares estadounidenses almacenadas en una base aérea holandesa puede haber resultado dañada en un accidente reciente, en un momento en que está prevista la llegada al continente de una nueva generación de armas. La Federación de Científicos Estadounidenses (FAS) descubrió una fotografía de una bomba B61 inspeccionada por soldados estadounidenses, incluidos dos de una unidad de eliminación de artefactos explosivos y un civil. La parte trasera de la bomba parece haber sido torcida por un impacto y falta una de las aletas traseras. Hay una cinta adhesiva rosa que cubre un agujero aparente.