Adriano, el mismo que integra el Salón de la Fama en el Maracaná, a 24 días de casarse se tentó con el Mundial y su desaparición le costó el matrimonio.

El ex futbolista se juntó con sus amigos en una casa de la Vila Cruzeiro, la favela en la que se crió, y no se supo más nada de él.