El empresario y ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi y su hijo Piersilvio quedaron absueltos del delito de fraude fiscal que se les imputaba en relación a las cuentas de la sociedad de Redes Televisivas Italianas (RTI), controlada por el grupo Mediaset, de su propiedad.

El juez de la audiencia preliminar de Roma, Pierluigi Belestreri, consideró que no existió ninguna irregularidad en la compraventa de los derechos televisivos de RTI, en los hechos investigados por la Fiscalía relativos a 2004.

Además, el juez dictaminó la prescripción de las hipótesis de delito de evasión fiscal y violación de las normas tributarias, supuestamente cometido en 2003.

Junto a Berlusconi y a su hijo, también fueron absueltas otras diez personas, entre ellas el productor estadounidense Frank Anagrama.

La Fiscalía pidió el envío a juicio de Silvio Berlusconi y de los otros investigados el pasado mes de febrero al considerar que RTI, que presidía entonces su hijo, evadió 20 millones de euros al fisco mediante la emisión de facturas falsas por un valor de 220 millones entre 2003 y 2004.

Esta investigación derivaba del proceso Mediatrade, en el que la Fiscalía de Milán acusaba a Silvio Berlusconi de fraude fiscal y apropiación indebida, un caso por el que finalmente el ex primer ministro no fue enjuiciado.

Sin embargo, la jueza de la audiencia preliminar del Tribunal de Milán que dejó libre de todos los cargos a Berlusconi por el caso Mediatrade, sí dictaminó el enjuiciamiento de otros nueve imputados, entre ellos su hijo.

El caso relativo al supuesto fraude fiscal en RTI pasó a la competencia de la Fiscalía de Roma, ya que esta empresa audiovisual tenía su sede en la capital italiana.

Berlusconi afronta actualmente otros tres procesos judiciales, entre ellos el juicio por el caso Mediaset, en el que está acusado de fraude fiscal, así como el del caso Ruby, en el que está imputado por supuesto abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.

Asimismo, Berlusconi está imputado en un tercer juicio por la publicación de escuchas telefónicas de procedencia ilícita en el diario "Il Giornale", propiedad de su hermano Paolo.