El filme fue financiado por CORFO (Chile), el Consejo de la Cultura y las Artes (CNCA-Chile) y por el Fondo Ibermedia, lo que generó el impulso para que el proyecto comenzara a ensayar la coordinación entre los países que participan.

Chile aportó los efectos especiales, la idea original y el “storyboard”, Argentina puso las voces y sumó técnicos, mientras que Uruguay se encargó de los muñecos para el “Stop Motion”, las figuras centrales de esta aventura terminada a mano.

La película utiliza la técnica del “Stop Motion”, de la que Tournier es especialista, que consiste en animar muñecos en escenografías en escala, cambiándolos de posición a razón de 24 veces por segundo, dadon así la sensación de movimiento fluido.

Alexander Selkirk, nacido como Alexander Selcraig, fue un marinero escocés que a comienzos del siglo 18 estuvo náufrago en una isla desierta durante cuatro años y cuatro meses.

Los historiadores aseguran que Selkirk fue uno de los inspiradores de Daniel Defoe a la hora de escribir “Robinson Crusoe”, su relato más célebre.

Cuenta la historia que los acontecimientos tuvieron lugar en el archipiélago Juan Fernández, en el Pacífico Sur, a 670 kilómetros de la costa chilena.

El 1 de enero de 1966, la isla en que estuvo Selcraig/Selkirk fue rebautizada como Robinson Crusoe, mientras que a la más occidental del grupo de islas se le dio su nombre, aunque es probable en verdad nunca la haya siquiera avistado.

El filme quedó listo después de varios años de arduo trabajo de numerosos especialistas, siendo una coproducción entre La Suma-Tournier Animación (Uruguay), Maíz Producciones, Patagonik (Argentina) y Cineanimadores (Chile).

En el guión, Selkirk es piloto del galeón inglés Esperanza y a falta de actividad, se convierte en un adicto al juego que pierde hasta su último centavo enemistándose con la tripulación y el capitán, quien lo abandona en una isla desierta.

En esa situación de la que en principio no puede escapar, empieza a reflexionar sobre lo ocurrido, su pasado, su presente y en especial su futuro, a la espera de que alguien, alguna vez descubra su existencia y lo rescate a la civilización.

"Para ser un pirata hay que ser una rata, no hace falta ser bueno para ser bucanero. Supe ser un pirata tras el oro y la plata; fui un famoso corsario, audaz y temerario", dice la letra de la canción principal, en tono de murga.

El tema principal que se escucha en el filme, "Para ser un pirata", fue grabado por figuras relevantes de la música rioplatense, como Edu "Pitufo" Lombardo, Pablo "Pinocho" Routin, Ney Perazza y Hugo Fatorusso.

El estudio Tournier Animación está especializado en la técnica del “Stop Motion” y cuenta con un equipo de técnicos que elaboran guiones, storyboards, diseños, animación, producción, postproducción digital, edición, sonido y música.

En su sede de Montevideo también se construyen maquetas y muñecos, desde el armazón metálico hasta el exterior con distintos materiales (silicona, latex, plastilina y otros), igual que lo hizo, por ejemplo, Tim Burton para "El extraño mundo de Jack".

Tournier es recordado por sus anteriores trabajos cortos, como "El cóndor y el zorro" (1979), "Nuestro pequeño paraíso" (1983), la serie comercial "Tatitos" (1996-2001) primero para el Uruguay y después para la Argentina y "El jefe y el carpintero (2000).

También llevan el sello de Tournier "Navidad caribeña"(2002), "A pesar de todo" (2003), la serie de cortos breves "Derechos del niño" (2000-2005), el espectacular "La cama" (2008), la serie educativa "Tonky" (2010), en coproducción con Holanda y el canal argentino Encuentro, y "Mi familia" (2011), con PakaPaka.