El Loco de la Colina llegó a picos de un millón de oyentes en España, era retransmitido en Argentina y en Uruguay. Muchos en los '80 nos dormíamos con la radio bajo la almohada escuchándolo. Un creativo y extraordinario comunicador que según sus propias palabras: “se aferraba al micrófono como un náufrago. Alguien que miraba las estrellas sin olvidar lo que pasaba a los demás en la tierra”. Era muy parecido a eso.