Paul McCartney tenía casi todo cerrado para actuar en la segunda semana de noviembre en el estadio de River, pero la compleja política cambiaria local provocó que todo volviera a quedar en la nada.

Según publicó el diario El Cronista, las conversaciones con el artista se habían iniciado hace no más de tres meses y los shows estaban a punto de ser anunciados, aunque en los últimos días las complicaciones para enviar dinero al exterior terminaron con las ilusiones de los fanáticos del ex Beatle.

Las tratativas con los artistas son muy particulares, algunos pueden entender la problemática para el envío de divisas y optan por venir igual, aunque otros prefieran no entrar en discusiones de este tipo, y tomar una postura contraria.

El otro gran punto de conflicto es cuánto cobra cada músico. Mientras más abultado sea ese monto, mayores serán las complicaciones que las productoras de espectáculos tendrán para exteriorizar divisas.

"Si el dinero no está un tiempo prudencial antes de que se realice el show, es imposible que se realice", explicaron desde una productora.

Paul McCartney se encuentra al tope de los artistas que más cachet cobra, junto a The Rolling Stones, U2, Madonna o Metallica.

Son u$s 4 millones por show, que en el caso del bajista se habrían transformado en un mínimo u$s 8 millones, ya que la idea central era realizar dos presentaciones, a lo que luego se le podría haber sumado alguna provincia del interior.

Desde ya, hablar de un pago en pesos representa poco menos que una locura.

En medio de todo esto también quedan The Rolling Stones. La problemática respecto de estos shows es la misma, con la gran diferencia de que podrían ser en febrero cinco presentaciones en River, es decir u$s 20 millones a enviar al exterior.