No faltó de nada en sus intensos 60 años de vida: abusos sexuales de niña, divorcio tormentoso, fama planetaria, drogas y alcohol, olvido y enfermedad y, finalmente, muerte prematura. Un manual de libro que se repite tantas veces en tantos casos similares al de Sylvia Kristel, la legendaria “Emmanuelle”.

Según informa su representante Marieke Verharen, la actriz holandesa falleció “durante la noche, mientras dormía”. Llevaba ingresada en un hospital de Ámsterdam desde el pasado 1 de julio al sufrir un derrame cerebral, que apuntaló su frágil salud, pues había padecido un cáncer de garganta y otro de hígado. Modelo antes que actriz (llegó a ser Miss TV Europa en 1973), debutó en el cine ese mismo año con “Frank y Eva”, de Pim de la Parra.

Pero su éxito descomunal llegó con la adaptación de “Emmanuelle” (1974), dirigida por Just Jaeckin. Tal fue el éxito en todo el mundo que se llegó a proyectar en un cine de los Campos Elíseos de París durante 13 años seguidos.

Después, protagonizó una serie de secuelas (aunque vio más bien poco dinero consecuencia de su trabajo y de la voracidad de los agentes y productores de la época) como “Emmanuelle 2”, en 1975, “Adiós, Emmanuelle”, en 1977 y “Emmanuelle 4”, en el año 1984. Aunque también participó en filmes como “Aeropuerto 80” (1979), “El amante de Lady Chatterley” (1981) o “Mata Hari” (1985), su nombre siempre estará ligado a la película erótica más famosa de la historia, convertida en una franquicia también televisiva a mediados de los 90 en la que Kristel no tuvo más remedio que intervenir.

Su último filme fue el también polémico “Forgive me” (2001), de Cyrus Frish. En septiembre de 2006 se publicó en Francia la autobiografía de Kristel, “Nue (Desnuda)” donde confesaba que su vida no fue un camino de rosas precisamente.