Maxi López habló en un medio radial sobre su separación de Wanda Nara, los consejos de su madre, su enfrentamiento con Mauro Icardi, las escuchas telefónicas y sus deseos para los tres hijos que tuvo con la modelo.
 
"Lo importante es aprender de las cagadas que se manda uno. Tomé muchas decisiones positivas y unas cuantas negativas. Ella me dio tres hijos hermosos a los cuales amo y me vuelven loco", comenzó a explicar el futbolista, un día antes de la fiesta de casamiento de su ex mujer con su ex compañero, Mauro Icardi.
 
Mirando todo a la distancia, se arrepiente de no haber escuchado a su madre: "Mi vieja me tira de la oreja cada tanto, pero yo nunca la escucho y me decía 'no te cases, no te cases', pero a veces uno es un poco pendejo y hace lo que quiere. Uno hace pelotudeces y ya está. No me arrepiento jamás de todo lo que hice. Acepto las consecuencias cuando uno lo hace bien y mal, es parte de la vida".
 
En cuanto a la relación de Wanda con Mauro, reconoció que nunca le cayó bien: "Soy un pibe hecho a la antigua. Los códigos son los códigos. Cuando se rompen los códigos, se rompe el respeto, todo".
 
"Mirándolo con espacio, salgo ganando. Así que estoy tranquilo y estoy contento", expresó el jugador, quien ahora se enfoca en buscarle el lado positivo a su separación y al nuevo marido que eligió su ex: "Hay momentos en la vida donde uno evalúa el costo-beneficio. Si pasó, vamos a ver la parte positiva. El contrato me quedará más a mí y podré disfrutar más de mis hijos. Ella rehízo su vida, esta con otra persona. Lo importante es que ella esté bien y por ende estén bien mis hijos".
 
Maxi también habló del partido en el cual su equipo (Sampdoria) tuvo que enfrentar al de Icardi (Inter de Milan): "No me tocaba patear el penal, lo pedí y le erré, todo mal. Me cagué a puteadas con el técnico. Era un partido importante en todos los sentidos, pero al final era uno más. Son varias las sensaciones que probé en ese partido, pero uno tiene que ser un ejemplo para los nenes, para los más chicos. No iba a estar tan bueno (golpearlo) como imagen para mis hijos. Todo lo que hago es para ser un buen ejemplo para ellos. En aquel momento no daba, estaban todos muy pendientes".
 
"Yo trato de proteger a mis hijos y cuando uno utiliza ciertas cosas para afectar a otras personas y en el medio están envueltos los menores, no está bueno. Ella es la madre, yo el padre y hay situaciones que hay que cuidar. Uno se puede esperar cualquier cosa, pero estamos tratando de mejorar estas cosas para que los chicos crezcan sin tanto bardo. Tienen todo para estar bien, hay situaciones que no tendrían que hacerse (como fotografiar a los nenes con la camiseta de Icardi)", aseguró.
 
Por último, se refirió a las conversaciones telefónicas con su mujer que tomaron estado público. En ellas se lo podía escuchar insultándola fuertemente: "Hay un trasfondo y eso es un desenlace de todas las situaciones. No viene al caso. Yo sé que no está bien, pero son cosas que eran privadas y de una situación en particular y se expusieron. En aquel momento me dejé llevar por una situación".