“Petrona, una delicia teatral”, obra escrita y dirigida por Mariano Dossena –bajo la atenta supervisión de los herederos de la cocinera- sube a escena los sábados en el Centro Cultural Inboccalupo para recorrer las recetas de una pionera en desgranar sabores frente a las cámaras.

“Me sorprendió encontrar un universo poético en el tradicional libro de Petrona, impensado por ella, el año pasado mientras buscaba un texto -que no fuera literario o teatral- para trabajar con un grupo de teatro”, dijo Dossena, en charla con Télam.

Según el director, que anteriormente tuvo a su cargo "Espectros", de Henrik Ibsen, con Ingrid Pellicori y Walter Quiroz, y "Los invertidos", de José González Castillo, "Petrona..." significa apostar por un desafío distinto a los habituales.

"Es un desafío distinto -señala-, pero me encanta llevarlo adelante con un elenco bastante numeroso que pone en acto el espíritu, el amor y los valores que encerraba aquella forma de cocinar”.

La primera parte del legendario texto de Petrona C. de Gandulfo, editado por primera vez en 1936, “contiene una suerte de capítulo inicial en el cual la cocinera ofrece enseñanzas claras acerca del cuidado de la casa y, lo más importante, resulta un compendio sobre cómo hacer la vida más linda a nuestros seres queridos”.

Marcela Massut, nieta de la cocinera y que siguió el proceso de creación de la obra, afirmó, por su parte: “Junto a mi hermano Alejandro queremos mantener viva su memoria, por eso nos pusimos en contacto y cuando vimos el ensayo fue mágico, algunas escenas parecían una foto de las reuniones que organizaba mi abuela”.

Massut, que comentó la curiosidad de que el recetario de su abuela es el libro más robado de la Biblioteca Nacional, también cocinó frente a las cámaras en programas como “Esta tarde” (América) y cuidó a la fiel Juanita, asistente televisiva de su abuela, hasta sus últimos días.

Además aportó una colección de fotos y utensilios culinarios exhibidos en el mismo Centro Cultural, donde la obra ofrece sus funciones.

La única nieta mujer de la “ecónoma” –así le gustaba ser llamada a Petrona- recuerda el ritual de los viernes de infancia, cuando se dedicaba a ayudar a su abuela en la preparación de manjares para sus amigos que tomaban la casa los sábados y nunca eran menos de quince.

“Mi abuela tenía un ideario de avanzada, siempre intentaba que las mujeres tuvieran soluciones que le hicieran la vida más fácil y contaran con tiempo para dedicarse también a otras cosas”, se enorgullece.

Para Dossena, “queremos reflejar ese espíritu de ayuda y compañía que tantas veces está presente en las familias, también sus conflictos, las disidencias entre los integrantes y mostrar que Petrona más que dictar normas de conducta o bajar línea, habla del ritual de la buena mesa, de los cuidados”.

“Petronita” –así es el nombre mediático de Marcela Massut- describe a la experta como “una persona alegre, solidaria, se la pasaba atendiendo llamados, despejando dudas de señoras, y cuando alguna no conseguía un ingrediente o no entendía la receta, terminaba por invitarla a casa para explicarle”.

La improvisación, una cualidad tan presente en la buena cocina “no faltará en esta puesta, donde vamos a usar los mismos ingredientes cada sábado, pero seguro obtendremos un resultado diferente en cada función”, concluye el premiado realizador.

Petrona C. de Gandulfo, amante del buen whisky y los sabores intensos, falleció en 1992 a los 95 años, pero sus recetas son recreadas hoy, televisión mediante, por la cocinera Narda Lepes (Utilísima) “con total aval familiar, ya que Narda tiene buena onda y sabe lo que hace”, afirma Petronita.

“Petrona, una delicia teatral” se exhibe en el Centro Cultural Inboccalupo, Virrey Arredondo los sábados a las 21 y la entrada por supuesto, habilita el acceso a un suculento plato de ñoquis caseros.