El jueves 13 de diciembre a las 20:30 horas, la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires realizará el último concierto de su ciclo de abono en el Teatro Colón, bajo la dirección del maestro Enrique Arturo Diemecke y con la actuación del pianista argentino Nelson Goerner.

Integran el programa “Transformación” del poema sinfónico Zupay de Pascual De Rogatis (1880-1980), el Concierto Nº 3 para piano en Re menor, Op. 30 de Sergei Rachmaninov (1873-1943) e “Iberia”, de Imágenes de Claude Debussy (1862-1918).

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires ha sido distinguida con el Premio a la Mejor orquesta sinfónica local de 2008, otorgado por la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina, y obtuvo dos Premios Konex de Platino como la mejor orquesta argentina de las últimas dos décadas, en 1999 y en 2009.

El maestro mexicano Enrique Arturo Diemecke es director musical de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires desde 2007. Como director artístico ha cumplido 22 años al frente de la Sinfónica de Flint (Michigan), once con la Sinfónica de Long Beach (California) y uno con la Filarmónica de Bogotá (Colombia). Fue durante 17 años director artístico de la Sinfónica Nacional de México y recibió la Medalla de Oro del Instituto Nacional de Bellas Artes de México por su trayectoria artística. En 2010 fue galardonado con el Grand Prix de l'Académie du Disque Lyrique, Francia.

Nelson Goerner es uno de los pianistas más destacados de su generación. Obtuvo en 1990 el Primer premio del Concurso Internacional de Ejecución Musical de Ginebra, lo que le permitió comenzar una exitosa carrera internacional. Es frecuentemente invitado por prestigiosos festivales europeos y orquestas. Lo han dirigido maestros como Armin Jordan, Neeme Järvi, Fabio Luisi y Rafael Frühbeck de Burgos. Dentro del proyecto de grabación de la obra completa de Chopin con instrumentos históricos del Instituto Frédéric Chopin (Varsovia), grabó dos álbumes.

En busca de una nueva orientación estética que tuviese un sello americano, Pascual De Rogatis se interesó por el aspecto indigenista, intentando captar la esencia del elemento norteño, el más puro a su juicio. En 1910 compuso el poema sinfónico Zupay, leyenda santiagueña inspirada en El país de la selva de Ricardo Rojas que alude a ese personaje de la mitología quichua. Se basó en un fragmento de una vidala salteña. La obra, original y libre de influjos europeos, comprende tres partes. En la tercera, Transfiguración, contrastan motivos de quena con el himno de las hachas, símbolo de la civilización.

El Concierto para piano en Re menor, Op. 30 es el tercero de los cuatro conciertos de Sergei Rachmaninov. Lo completó en septiembre de 1909 en su finca de descanso en Ivanovka, para tocarlo en una gira por Estados Unidos. Con un piano mudo aprendió la parte solista durante la larga travesía en barco y lo estrenó con la Sinfónica de Nueva York dirigida por Walter Damrosch, en noviembre de 1909. Es considerado uno de los más difíciles del repertorio por su extrema exigencia técnica.

Claude Debussy escribió entre 1905 y 1912 las tres Imágenes para orquesta. Había pensado componerlas para dos pianos, sin embargo ya en 1906 comenzó a proyectar la versión orquestal. Iberia, la segunda, posee tres partes. Sobre su atmósfera sugestiva escribió el compositor español Manuel de Falla: “[Debussy] dejó en claro que no pretendía escribir música española sino más bien trasladar a la música las asociaciones que España había despertado en él. Lo logró triunfalmente”.

Para mayor información se puede ingresar a www.teatrocolon.org.ar


Fuente: Martín Leopoldo Díaz