En primer lugar, quédense tranquilos que no va a haber spoilers. Sin embargo, deben saber que “La Casa de Papel” necesita que el contrato con el espectador, que le permite excesos a la credibilidad argumental y a ciertas escenas de acción, vuelva a ser firmado. Los puristas que precisan explicaciones exactas y taxativas a lo que se plantea volverán a mirarse incrédulos, mientras que los amantes de la acción verán los últimos episodios en el borde del sillón.