Resulta que en la ciudad alemana de Luechow instalaron unos coquetos mingitorios en el Museo de los Rolling Stones. Pero la creación se vio amenazada porque los urinales con la forma del logo de los Stones, que diseñó John Pasche en los ‘70, no tiene lengua.

Decenas de mujeres se quejaron ante el Departamento de Igualdad de Oportunidades de la ciudad bajo un argumento más o menos así: al no tener lengua, el diseño remite a una boca femenina y no a la del líder de la banda de rock. Una de las activistas, Roda Armbrusterm dijo: “Si los urinales tuvieran lengua, sería aceptable la identificación con la banda y Jagger sería inconfundible”. Y continuó: “Sin eso, es la boca de una mujer, no de un hombre”.

El fundador del Museo, Ulrich Schröeder, negó que el proyecto represente la boca de alguien en particular y dejó clarito: “Es arte, así que se queda”.