El crimen de Olof Palme, ocurrido a la salida de un cine de Estocolmo el 28 de febrero de 1986, conmocionó a toda Suecia y más aún por que hasta el momento no se ha encontrado al culpable del crimen. “El Asesino Improbable” aborda la teoría que desarrollada por el periodista Thomas Petterson, primero en la revista “Filter” y luego en un libro del mismo nombre de la serie y cuenta la historia de Stig Engstrom, uno de los testigos del asesinato y que rápidamente fue descartado por los investigadores.

Con el encanto de los crímenes sin resolver, la historia parece decantarse con una sencillez extrema buscando las pistas que demostrarían la culpabilidad de este diseñador gráfico que trabajaba a pocos metros del lugar donde se cometió el magnicidio. La serie se ubica en el día del asesinato y a partir de allí utiliza flashbacks y flashfowards para ir atrás y adelante en el tiempo para mostrarnos los rasgos que empujaron a este “asesino improbable” a cometer el crimen que se transformó en una herida abierta en la historia de Suecia. 

A medida que vamos conociendo a Stig Engstrom descubrimos a un hombre fracasado e influenciable que busca ocupar un lugar en la sociedad que no le pertenece. Su búsqueda de notoriedad frente a los medios autodenominándose como el hombre que intentó salvar a Palme o el que identificó y persiguió al asesino contradijo constantemente a los demás testigos algo que la policía decidió obviar, así como también la similitud en su vestuario con el que identificaron los testigos. Proclamado a si mismo como “el hombre de Skandia”, Engstrom se suicidó a los 66 años hace 21 años llevándose a la tumba la confirmación de la teoría que hoy lo indica como el principal sospechoso de la muerte del primer ministro.

Entre las cuestiones técnicas vamos a observar un gran trabajo de ambientación para trasladarnos a los años 80 con una dirección de arte meticulosa y una fotografía exquisita. También la actuación y transformación del actor Robert Gustafsson son notables.

Ver los cinco episodios que componen “El Asesino Improbable” no sumerge en una historia en la que no se pretende mantener la incógnita de “quién es el culpable”, si no acompañar al asesino y a los investigadores en cada paso del proceso que llevó a Stig Egstrom a eludir a la justicia y la policía a cometer los errores que sepultaron al culpable bajo teorías conspirativas que no encontraban asidero.