Los tiempos han cambiado, de eso no quedan dudas, y la forma de pensar y actuar ponen en tela de juicio muchas de las actitudes y acciones del pasado. “Dos Veranos” nos entrega un drama apasionante con las consecuencias que se originan en el primero de esos veranos y las acciones de un grupo de jóvenes de 20 años en 1992. 

Una casa de campo con pileta y ocho amigos que se conocen desde la primaria compartiendo juntos, en soledad, las vacaciones. Tres chicas y cinco chicos que han tenido -y tienen noviazgos entre ellos- dispuestos a experimentar con algunas sustancias y divertirse antes de afrontar la adultez y las responsabilidades que se les vienen. Pero una noche todo cambia. Luego de mezclar pastillas y alcohol una de las chicas es violada estando inconsciente por dos de los chicos mientras otro de ellos filmaba. 

Treinta años después, en el presente, el grupo de adultos vuelve a reunirse en una isla a festejar los 50 años de una de las mujeres. Poco antes de salir uno de ellos recibe un video con las imágenes de hace 30 años y una extorsión para evitar la difusión.

Sus vidas han seguido adelante, se han casado entre ellos, en algún caso han tenido éxito en los negocios o han escalado en la política. Ahora todo queda en peligro.

La serie desarrolla sus seis episodios en dos tiempos desvelando de a poco lo sucedido en los 90 y volviendo al presente para ver las reacciones de cada uno de los personajes. La historia expone todas las aristas de este tipo de situaciones: las víctimas, los responsables por acción u omisión y los que, pasado el tiempo, sienten que es injusto juzgarlos por un “error” cometido cuando eran otro tipo de personas. El miedo, la vergüenza y las consecuencias de seguir a la mayoría y no imponerse para impedir acciones inmorales. El engaño y el auto engaño y lo que puede suceder cuando se toman represalias por fuera de la ley. 

Todos estos condimentos se mezclan con las complejidades de las relaciones que tejieron los protagonistas a lo largo de treinta años en los que las realidades que cada uno de ellos proyectaba desde su juventud fue variando para mostrarles que, muchas veces, las cosas no salen como se esperan.

“Dos Veranos” es una serie para disfrutar y debatir. Porque treinta años no es nada.