La precuela de “Breaking Bad” tomó vida propia a la altura de su predesora. Vince Gilligan y Peter Gould son los creadores de la serie solían bromear en los sets de rodaje que el personaje de Saul Goodman les encantaba y que merecía su serie propia incluso el propio actor, Bob Odenkirk, reconocía que “a la audiencia le gusta el personaje, pese a ser tan deshonesto, es el menos hipócrita de la serie”.