La Bolsa de Buenos Aires reabre con presión sobre los bonos, luego de las pérdidas sufridas por los mercados internacionales durante el feriado del Bicentenario.

Hoy, las bolsas europeas, recuperaban un 1,5 por ciento en promedio.

Ocurre luego de la jornada negra de ayer, en la que perdieron un 3,5 por ciento promedio, debido a las persistentes dudas sobre la zona del euro, sumadas al temor de un conflicto militar entre las dos Coreas.

En tanto, Italia aprobó un ajuste salvaje que busca ahorrar veintiséis mil millones de euros en dos años.

Incluye congelamiento de salarios de empleados públicos por cuatro años y una reducción drástica del personal contratado por el Estado.

El Gobierno populista-conservador de Silvio Berlusconi también anunció un alza en los precios de los peajes y recortes en salud.

A todo esto, en España, los senadores de la oposición reclamaron la renuncia de Zapatero, y el Partido Popular pide “elecciones anticipadas”.

En la misma Alemania, hay presiones para abandonar el euro y volver al deutschmark. Es porque la nación germana es el motor financiero y económico de la eurozona, pero, con ello, no sólo se beneficia de una situación dominante, sino que debe salir como bombero financiero en las crisis y, aun en los tiempos “normales”, es la encargada (o la condenada) a absorber las diferencias en la economía de las distintas naciones que componen la UE.

Para Santiago Niño Becerra, “en los mercados internacionales, la tendencia es marcadamente depresiva”.

El economista español opinó que “esta situación no puede solucionarse con las herramientas habituales”.

Sin embargo, advirtió que “a nadie le conviene abandonar el euro. Europa debe salir unida de la crisis. Es un gran error que cada país tome medidas aisladas de las de sus vecinos”, enfatizó por Continental.

“El euro ha sido muy bueno para los países que iban bien, como Alemania, y para los que iban mal, como España”, puntualizó en Magdalena Tempranísimo.

Y llamó la atención sobre “un común denominador, que es el recorte del gasto público sin ponerse a pensar primero en la eficiencia del gasto público, que es lo que genera los déficits”.