Crece la escasez de garrafas y las de diez kilos, cuya tarifa social es de dieciséis pesos, se venden hasta a cincuenta o sesenta pesos.

El Gobierno aseguró que desde hoy “saldrán a la calle inspectores para controlar el precio de las garrafas”.

El ministro de Planificación, Julio De Vido, adelantó que “se aplicarán multas o clausuras a los que vendan el producto a un precio mayor al indicado”.

Por Continental, el gerente de la Cámara de Distribuidores de Gas Licuado negó que sus afiliados “estén lucrando con las garrafas. Hoy no hay un solo distribuidor que pueda hacer un mínimo stock. Así como está llegando, se reparte. Se ha triplicado la venta en los propios depósitos”, explicó.

“En rigor, no podemos hablar de desabastecimiento. Hay más o menos problemas para conseguir las garrafas”, definió Osvaldo Spanu.

Sin embargo, denunció en Magdalena Tempranísimo que “el 70 por ciento de los comercios en la provincia de Buenos Aires está vendiendo la garrafa social a un precio que no corresponde. No creo que se estén adulterando las garrafas, pero nunca faltan”, puntualizó.

Por último, aclaró que “hoy no está en vigencia el acuerdo de la garrafa social, sino la ‘garrafa para todos’, donde se universalizó la garrafa de dieciséis pesos con un subsidio”.