El primer inconveniente que sufrió el "Fortín" fue la lesión de Mauro Zárate, quien estuvo en el partido sólo siete minutos. Un posible desgarro marginó al ex Lazio del encuentro y su lugar lo ocupó el juvenil Ramiro Cáseres.

La baja del atacante relegó al conjunto argentino y, cuando transcurría el primer cuarto de hora, Goncalves Silva se escapó a pura gambeta para exigir a Sebastián Sosa, quien tuvo que esforzarse para desviar el venenoso disparo. Igualmente, en el contragolpe, Cáseres tuvo la posibilidad de abrir el marcador, pero su escasa experiencia y la presión defensiva llevaron a que el oriundo de Ituzaingó se desvanezca dentro del área.

Antes de irse al descanso, un remate de larga distancia de Agustín Allione fue una de las pocas oportunidades que tuvo la visita. En cambio, un preciso centro de Chiquinho a la cabeza de Baraka pudo derivar en el primer tanto del Ponte Preta, pero una notable intervención del arquero uruguayo volvió a desactivar el riesgo. El choque se mostraba parejo, aunque las más claras eran para el dueño de casa.

Otro de los factores que influyó en el cotejo fue el abuso del juego brusco empleado por el combinado de Jorginho. La pasividad de Darío Ubriaco permitió que se pegue más de la cuenta y se utilice la pierna fuerte como un recurso primordial en el "Macaca".

Sobre el descuento Vélez se apropió de las chances más claras y lo desperdició en la última del encyuentro con un cabezazo de Lucas Pratto que rozó el transversal

Finalmente, la temperatura del Moisés Lucarelli se diluyó cuando el pitazo final determinó el 0 a 0. Un resultado que dejó más conforme a los de Ricardo Gareca, dado que la revancha en el José Amalfitani le permitirá al "Fortín" mantener la tranquilidad para buscar el gol de la clasificación, aunque deberá cuidarse de no recibir ningún tanto, ya que dicho marco lo obligaría a ganar el partido.