El Tribunal Superior de Justicia Deportiva de Brasil se expidió luego de la explosión del caso de apuestas deportivas y partidos arreglados en el fútbol de su país e informó las penas para siete jugadores entre los que se encuentra el defensor argentino del Bragantino, Kevin Lomónaco.

Al exjugador de Lanús lo incriminaron por los chats que mantuvo con una persona que le ofrecía 70.000 reales por hacerse sacar una tarjeta amarilla en el primer tiempo de un partido. Las autoridades le impedirán jugar por 380 días y además tendrá que pagar 25.000 reales de multa.

En el enfrentamiento entre Bragantino y América de Minas Gerais, no solo le sacaron amarilla en el primer tiempo a Lomónaco, sino que otros cinco compañeros recibieron una tarjeta amarilla también en el mismo tiempo, y ninguno en el complemento, lo que hace aún más sospechoso el caso.

En la conversación, el apostador acuerda con el futbolista darle 30.000 reales de adelanto y prometió completar el pago con otros 40.000 reales cuando hubiera cumplido con su tarea. Cosa que no pasó ya que el apostador se excusó diciendo que el defensor del Santos, Eduardo Bauermann, había incumplido otra apuesta que le había costado millones.

Entre los futbolistas condenados se encuentra el defensor del Santos antes mencionado, pero recibió la sanción más baja entre todos los implicados, solo 12 partidos afuera de las canchas y multa económica, por haber “manipulado” pero no “ejecutado” los pedidos realizados por los apostadores.

A su vez, una sanción similar a la de Lomónaco recayó sobre Fernando Neto, jugador de Sao Bernardo, mientras que a Moraes, jugador del Aparecidense-GO, le duplicaron la inhabilitacipón y también le aumentaron la cifra a pagar. Paulo Miranda, actualmente sin club, estará casi tres años sin jugar, mientras que Matheus Gomes y Gabriel Tota fueron suspendidos de por vida.