Se trata de Francisco Capellano, quien ingresó a la institución de Floresta en setiembre y fue despedido por el presidente Roberto Bugallo, en junio pasado.

De acuerdo a lo averiguado por Télam, tras conversar con fuentes cercanas a la entidad que prefirieron reserva de su identidad, el ex empleado "debía cobrar 160.000 pesos" en el contexto de un acuerdo judicial al que arribó, tras peticionar el pago de 3 millones en el origen de la demanda.

Al no percibir el dinero que había sido pautado, Capellano, que adquirió notoriedad en la entidad con el pomposo cargo de Jefe de Seguridad, decidió "ir hasta el fondo con esta situación", comentó el vocero consultado.

El propio abogado del club, Jorge Solá, admitió anoche en declaraciones radiales que "el reclamo por dinero percibido en negro por este señor es verdad, aunque no lo es el hecho de que se desempeñó como encargado de seguridad".

Capellano, además, está imputado, tras una averiguación del diario Página 12, de haber trabajado en la Dirección General de Inteligencia, Batallón 601, entre 1976 y 1983, en plena Dictadura Militar.