Difícilmente pueda decirse que haya sido un partido muy bien jugado, pero sí estuvo lleno de emociones. En un duelo tan cambiante como eléctrico, San Lorenzo y Arsenal igualaron 3 a 3 en el Nuevo Gasómetro. Jalil Elías, Néstor Ortigoza e Iván Leguizamón convirtieron para el local, mientras que Lucas Suárez y Cristian Colmán, en dos oportunidades, marcaron para el visitante.

La primera mitad fue mala. Al Ciclón le costó horrores asumir el protagonismo del partido y el conjunto de Sarandí, con ideas mucho más claras y directas prevaleció. De ningún modo fue avasallante, pero se jugó mucho más cerca del área de Sebastián Torrico, de pobre encuentro.

En ese esquema, a los 20 minutos el equipo de Leonardo Carol Madelón se puso en ventaja. Damián Pérez lanzó un córner desde la derecha, Joaquín Ibáñez la bajó y Gonzalo Goñi trató de meterla. La pelota cayó en las manos del "Cóndor" que respondió muy mal y no la pudo retener. Suárez sólo tuvo que empujarla para poner a su equipo en ventaja.

Después del tanto, el conjunto de Boedo cambió desde lo actitudinal. Fue más agresivo, aunque careció de creatividad. Su jugador más destacado fue Ezequiel Cerutti, por su constante movilidad en la cancha.

No generó chances como para empatar, aunque hubo una acción que pudo cambiar la historia. Tras un centro desde la derecha, Adam Bareiro llegó a rematar y Suárez le dio un violento planchazo en el tobillo al intentar rechazar la pelota. Insólitamente, ni Darío Herrera en la cancha, ni Diego Abal en el VAR juzgaron que era penal.

En el entretiempo, visiblemente disconforme, Rubén Darío Insúa mandó tres cambios a la cancha y los que ingresaron no sólo lo hicieron bien sino que además motivaron a sus compañeros. El cambio de actitud no se vio enseguida, pero con el empate el Cuervo se encendió.

A los 9, Iván Leguizamón le dio un pase hacia la izquierda a Nicolás Fernández Mercau que se metió en el área. Julián Navas se tiró a barrer pero a último momento retrajo las piernas para no tocar a su rival. Increíblemente, ante la caída del jugador de San Lorenzo, Herrera, que no había cobrado el penal que correspondía, sancionó uno que no fue. El infalible Ortigoza se hizo cargo, ejecutó al palo derecho del arquero, convirtió y su equipo se desató.

Tres minutos después, Cerutti desbordó por izquierda y metió un centro atrás con su pierna derecha. Leguizamón pifió el disparo en el primer palo, pero por detrás de él llegó Elías, completamente sólo, para definir de zurda y poner a su equipo en ventaja.

Encima, a los 23 minutos, el joven Leguizamón recibió un pase de Fernández Mercau en tres cuartos de cancha y armó una jugada fantástica. Encaró hacia el área, enfrentó a Goñi, le tiró un caño genial y definió cruzado con maestría para estirar la ventaja aún más. El Bajo Flores festejaba un triunfo con sabor a descarga.

Pero, así como los cambios le funcionaron al local, también le fueron claves al equipo del Viaducto. Especialmente, el ingreso del paraguayo Colmán, que tuvo un rol esencial. Cuando quedaban menos de 15 minutos, recibió un gran pase desde la izquierda de Sebastián Lomónaco, se metió en el área y sacó un remate furioso al primer palo. Otra vez Torrico estuvo algo endeble y el encuentro que parecía sentenciado recobró vida.

Un minuto después, el Arse salió del fondo con un pase muy largo y preciso de Suárez que otra vez encontró a Colmán. Al delantero le bastó un toque para matar la pelota que recorrió más de 70 metros y otro para definir violento y cruzado. La pelota dio en el palo y se metió. Difícilmente la fecha tenga otro gol de semejante factura técnica.

En el final del partido, Arsenal se mostró más entero y hasta lo pudo ganar con un cabezazo de Francisco Apaolaza que entró sólo por el centro del área y le dio muy al medio. San Lorenzo fue sólo una ráfaga de más ímpetu que fútbol y sumó su tercer empate consecutivo en el campeonato.