En la gala de peleas RXF46 de la MMA (Artes Marciales Mixtas) de Rumania, se generó controversia por una pelea entre un hombre y dos mujeres en la Sala Polivalente de Bucarest, la capital de ese país. El evento fue organizado por Real Xtreme Fighting (RXF). A pesar de las críticas recibidas, desde RXF defendieron el combate que se volvió viral en redes sociales.

 La polémica pelea involucró a “El Pervertido de Targu Ocna” y a las luchadoras Bettyshor y Roxana Tutu. En un único round, el hombre lanzó golpes a las mujeres, graficando la desigualdad de fuerzas en el enfrentamiento. El público presente reaccionó con entusiasmo, aplaudiendo y gritando durante el combate. 

Los comentaristas elogiaron la valentía de las luchadoras y describieron la pelea como un espectáculo total. Tras las críticas recibidas, Sebastián Vieru, organizador de las galas RXF, defendió el evento como un espectáculo en el que los participantes decidieron involucrarse. 

Por otro lado, Amatto Zaharia, presidente de la Federación Rumana del arte marcial Kempo, expresó su desacuerdo con este tipo de peleas, considerándolas injustas, anormales y poco éticas. Ionuț “Pitbull” Atodiresei, atleta con más títulos en kickboxing en Rumania, respaldó la pelea argumentando que las luchadoras participaron de forma voluntaria y con conocimiento de causa. Afirmó que la pelea formaba parte de un espectáculo de gala y que, de haber ganado las mujeres, la percepción del público habría sido diferente. 

Las declaraciones de los involucrados generaron opiniones divididas en torno a la legitimidad y moralidad de este tipo de enfrentamientos entre hombres y mujeres en el ámbito deportivo. La controversia continúa alimentando el debate sobre los límites y la ética en las competiciones de Artes Marciales Mixtas.