La Comisión Tributaria Central italiana le reclama a Maradona más de 30 millones de euros, por la falta de pago del impuesto de las personas físicas IRPF entre los años 1985 y 1990 cuando el argentino jugaba en el Nápoles.

En principio, la deuda era de 13.000 millones de las viejas liras pero la cifra actual se conformó con la sumatoria de los intereses por la demora del pago.

En el intento de recuperar parte de la deuda, la policía fiscal de Italia ya le confiscó a Maradona unos aros que llevaba puestos en 2009 mientras se encontraba en una clínica de adelgazamiento del norte de Italia, que fueron subastados en 2010 por 25.000 euros.

Y en 2006, durante otra visita del astro argentino, se le incautó un reloj Rolex valorado en 11.000 euros.