En general, cuando un entrenador que tiene un perfil protagónico u ofensivo pierde puntos o partidos por mantenerse firme en su convicción, cuando las circunstancias piden algo distinto, se lo acusa de inflexible. Pero no sucede lo mismo cuando un director técnico adopta una postura mucho más conservadora y tendiente al fútbol defensivo. En este caso, las circunstancias, el desarrollo y el resultado de la serie entre el Atlético Madrid y el Manchester City dejaron en evidencia la inflexibilidad de Diego Simeone.