Juan Román Riquelme tiene ganas de jugar pero el técnico Carlos Bianchi duda de que esté en condiciones físicas para afrontar el Superclásico del fútbol argentino, que se disputará el próximo domingo en La Bombonera.

Román todavía no se recuperó al 100 por ciento del desgarro de tres milímetros en el isquitiobial izquierdo. Esa lesión le impidió jugar en el partido de ida ante Corinthians por los octavos de final de la Copa Libertadores. Entonces, el enganche ya no quiere perderse el desafío más importante del certamen local. Como él mismo reconoció alguna vez: "Hay dieciocho partidos en un torneo. Y hay un Superclásico".

Pero Bianchi no piensa lo mismo. El propio entrenador lo reconoció al término del choque contra los brasileños. "Yo tengo más en mente que Román juegue la revancha contra Corinthians que otro partido del campeonato", afirmó.

Riquelme se entrenó en forma diferenciada al resto de sus compañeros, con trabajos de velocidad, bajo la mirada del kinesiólogo Leonardo Betchakian, su aliado en la recuperación. El N° 10 será exigido en la práctica de este viernes para ver en qué condiciones se encuentra y, luego, se resolverá si estará en el Superclásico.

El encuentro entre Boca y River se disputará el próximo domingo en La Bombonera, por la 12° fecha del Torneo Final, desde las 16.30, y con el arbitraje de Germán Delfino.