Cada vez es más frecuente que los jugadores de elite mundial no sólo acudan a nutricionistas y se cuiden de manera estricta con las comidas, sino que también elaboren su propia dieta particular que les otorga la energía y el estado físico ideal para lo que ellos necesitan específicamente en la cancha. El caso del goleador del Bayern Munich, Robert Lewandoski, es muy particular: sigue una dieta que lo obliga a arrancar su comida por el postre y termina por una entrada.