Independiente volvió a encontrarse con su público enfrentando a Gimnasia de La Plata en el Libertadores de América, pero ese reencuentro no fue como tantos soñaron. Fue gris, pobre, sin fútbol, sin categoría.

En un partido parejo, el primer tiempo fue muy luchado, con mínimas chances y con el Lobo siendo un poquito más. Y justamente fue el visitante quien se puso en ventaja con gol de Carbonero que había sido sino una pesadilla, un mal sueño para Fabricio Bustos.

Pero el Rojo reaccionó en seguida. Después de 126 pases consecutivos fue larga para el "Chaco" Martínez, metió para Silvio Romero que abrió para Bustos, centro pasado y Romero otra vez, dominó y fusiló. 1 a 1 y al descanso.

El segundo tiempo fue muy parecido al primero, al menos hasta los 30. Gimnasia tratando sin poder y sin profundidad, e Independiente chocando torpemente. Si luego de eso el partido cambió, fue porque el Lobo se cansó.

Y entonces Independiente empezó a chocar pero mas cerca del área visitante y tuvo algunas chances entre empellones y voluntad.

Terminó en empate. La gente en su regreso, apoyó a Falcioni, aplaudió a Romero y a Bustos, e insultó a los dirigentes.