Los simpatizantes `millonarios`, irritados con la pérdida de la categoría del equipo de sus amores, arremetieron y arrojaron proyectiles contra las fuerzas policiales, que repelieron la agresión arrojando balas de goma y bombas de gas lacrimógeno.

El epicentro del conflicto se instalaba sobre avenida Udaondo, primero en la intersección con Figueroa Alcorta y luego en dirección hacia la avenida Lugones. A su paso, los hinchas destruyeron un móvil de una señal de cable, situado frente a la puerta del Tiro Federal Argentino.

A todo esto, la barra brava de River abandonó la tribuna a poco de la finalización del partido, arreó sus banderas, sin insultar a sus jugadores. Pero un grupo disidente, identificado como la `Barra del Oeste`, bajaron de la cabecera y empezaron a arrojar objetos hacia el campo de juego.