En un momento en que la influyente industria automotriz de Europa Occidental avanza decidida hacia la electrificación (en 2035 la UE prohibirá completamente los autos impulsados por combustibles fósiles), una importante voz en la producción de autos de lujo se alza para decir que, al menos por los próximos años, la electrificación no resulta relevante en términos de mercado.

El genial ingeniero argentino Horacio Pagani, radicado en Italia, declaró que su firma de superdeportivos construidos a medida decidió quedarse con los motores de combustión interna luego de cuatro años de investigación para desarrollar un vehículo eléctrico. Su conclusión: estos últimos pesan demasiado y no son emocionantes.

“El desafío es hacer un EV que brinde una buena dosis de emoción como un ICE normal. Pagani no va a hacer algo que (meramente) ofrezca un buen rendimiento, ya que podemos hacerlo, sino que ofrezca emociones al conductor”, ilustró el argentino.

En entrevista a Autocar, Pagani historió que su empresa formó desde 2018 un equipo dedicado exclusivamente a investigar el desarrollo de los coches eléctricos y la viabilidad de la homologación global de los estándares de seguridad de cara al perfil de producto ofrecido por su empresa.

“En cuatro años, nunca encontramos interés en el mercado de superdeportivos. La idea debería ser hacer un automóvil ligero, pero este es el mayor desafío. El sueño sería un EV de 1.300 kilogramos, pero esto no es posible”, puntualizó.

De esta manera, Pagani seguirá montando en sus autos motores V12 de Mercedes. “Mercedes es una gran empresa, pero aún puedes sentarte frente a algunas personas que deciden, hablarles y ser escuchado”, fundamentó.

Pagani explicó que la demanda por sus autos 'no eléctricos' sigue muy alta: el C10 (nombre clave del modelo sucesor del Huayra), que todavía nadie ha visto, ya agotó sus pedidos. Además, añadió el argentino, “Por el momento, el 90 por ciento de la energía se obtiene de fuentes no renovables. Es una tontería pensar que sólo unos pocos superdeportivos [en el mundo] con ICE pueden tener un impacto negativo en el clima, cuando se produce el 90 por ciento de la energía de mala manera", concluyó Pagani.