El primer problema que dieron los F1 de 2022 en Barcelona fue el 'porpoising'. Es el salto causado por el efecto suelo cuando llega a su máximo y se pierde completamente por un instante para recomenzar el ciclo: una paliza para los pilotos y un problema para el rendimiento y hasta para la visibilidad, ya menor este año por los grandes neumáticos de 18 pulgadas.