Lo que era un secreto a voces se oficializó este sábado: Haas rescindió el contrato con su piloto ruso Nikita Mazepin y con el sponsor ruso Uralkali. El dinero ruso permitió que Haas sobreviviera durante la pandemia (cierto que arrastrándose por la pista), pero Gene Haas, dueño del equipo, sigue emperrado en convertirlo en la Minardi de estos tiempos.