El mundo del ajedrez vive momentos escandalosos desde hace semanas. Magnus Carlsen, el campeón del mundo, perdió un invicto de 53 partidas consecutivas frente a Hans Niemann, un rival teóricamente menor, lo que despertó todo tipo de suspicacias y acusaciones.

Luego de retirarse de otro torneo en el que el mismo rival estaba invitado, Carlsen se retiró sospechosamente y dejó en su cuenta de Twitter un mensaje que levantó polvareda: "Prefiero no hablar. Si hablo, me meto en grandes problemas. Y no quiero estar en grandes problemas".

Esto despertó múltiples especulaciones entre las que resaltó la ya popular teoría del “chip anal”, un dispositivo inalámbrico se introduce en el recto y que le permitiría al jugador que se lo inserte recibir los movimientos a realizar mediante vibraciones en código Morse.

Sin embargo, ahora el campeón del mundo fue más allá y se animó a lanzar una acusación directa. “Creo que Niemann ha hecho más trampas, y más recientemente, de las que ha admitido públicamente. Su progreso sobre el tablero ha sido inusual, y a lo largo de nuestra partida en la Copa Sinquefield tuve la impresión de que no estaba tenso o ni siquiera totalmente concentrado en el juego en posiciones críticas”, aseguró Carlsen.

Además, consideró "las trampas en el ajedrez son un gran problema y una amenaza existencial para el juego" y advirtió que "los organizadores del ajedrez y todos aquellos que se preocupan por la santidad del juego que amamos deberían considerar seriamente aumentar las medidas de seguridad.

El viernes pasado, luego de las vacilaciones y antes de las acusaciones concretas de Carlsen, el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, Arkady Dvorkovich, había manifestado su preocupación con el caso, pero también con la conducta de Carlsen.

“Creemos firmemente que el campeón mundial tiene una responsabilidad moral inherente a su estatus, ya que es considerado embajador mundial del juego. Sus acciones repercuten en la reputación de sus colegas y de los resultados y eventualmente pueden resultar nocivas para el juego. Creemos firmemente que había mejores maneras de enfrentar esta situación”, aseguraron desde la Federación.

Por último, una vez más, dejó la puerta abierta para ventilar más información de todo este escándalo más adelante: "En este momento estoy limitado en lo que puedo decir sin el permiso explícito de Niemann para hablar abiertamente".