Suele pasar mucho a lo largo de la historia (e incluso resulta lógico) que brillantes campeones de F2/GP2 o F3/GP3/F3 Europea luego no son campeones en F1, y que, por el contrario, algunos de los más grandes nombres de la máxima no hayan tenido una hilera de títulos en las categorías formativas. Max Verstappen es un ejemplo.

Pero también lo es Carlos Sainz Jr, que despuntó en la extinta Fórmula Renault 3.5 pero hasta allí había hecho un camino que, si bien meritorio, no presagiaba el piloto en el que se convertiría al debutar en el Mundial.

Sobrevivió con una paridad de ritmo de carrera asombrosa a un año y pico al lado de Verstappen, demolió a cada compañero que le pusieron en Toro Rosso, fue descartado por Renault y, cuando todo en su carrera parecía ir hacia abajo (yendo a McLaren, el equipo 'B' de Renault y entonces hundido en una decadencia que parecía irremontable) y le ponían otro pichón de monstruo como Lando Norris en la otra butaca, sus dos temporadas en la escudería inglesa llamaron lo suficientemente la atención de Ferrari como para convocarlo en lugar del maltrecho Sebastian Vettel.

Todos creyeron que en 2021 Leclerc, que venía de exterminar el prestigio de Sebastian Vettel como piloto top en su año debut en la Scuderia, se comería con papas fritas al español. Al cabo de una temporada, y siguiendo con la metáfora culinaria, Sainz Jr parece haberle caído a su compañero monegasco como tres platos de buseca en pleno verano porteño con 35º de sensación térmica.

Quizá fue un año de un Leclerc desmotivado por el estancamiento de Ferrari y un Sainz Jr hipermotivado por la oportunidad de su vida, pero en el equipo destacan la sinergia generada entre los pilotos y con el resto del equipo.

Laurent Mekies, director deportivo de Ferrari, considera que tuvieron mucha suerte al alinear a Leclerc y Sainz Jr en 2021. "La forma en que trabajan con nosotros, la forma en que los hemos integrado, la forma en que están contribuyendo, es una ventaja competitiva muy significativa. No queremos quedarnos ahí. Queremos desarrollar eso porque creemos que habrá más por venir también”, consideró.

“Creemos que es uno de los puntos fuertes que tenemos ahora. No solo porque describen lo que sienten, sino también porque tienen la voluntad y la motivación para regresar y trabajar con nosotros en la búsqueda de soluciones. No siempre están de acuerdo, lo que nuevamente nos da la oportunidad de ver las cosas de una manera más amplia”, ponderó.

Mekies resumió perfectamente la situación de Ferrari y sus pilotos: “El objetivo era tener dos buenos pilotos que fueran buenos corredores, consistentes y capaces de sumar puntos para el equipo, y creo que eso es lo que obtuvimos esta temporada”.

El contrato del español expira en diciembre de 2022, pero huele a que lo renovarán al menos hasta emparejarlo con el de Leclerc, que concluye en 2024. Antes, habrá que ver qué depara el campeonato que viene: semejante paridad entre pilotos peleando por el título podría ser la última tragedia que le falta a la sequía de Ferrari, que casi nunca se caracterizó por tener dos pilotos Top.