A la hora de referirse a Nick Kyrgios jamás cesan los hechos curiosos. El local debutó en el Abierto de Australia y le ganó con relativa sencillez al británico Liam Broady por 6-4, 6-3 y 6-3. Ya durante el partido protagonizó escenas propias de su particular modo de juego, pero, además, luego del encuentro festejó con los fanáticos y hasta le tomó la cerveza a uno.