El torneo que se originó de manera por demás escandalosa culminó, para sorpresa de nadie, con un escándalo. Racing derrotó 2 a 1 a Boca gracias a un bochornoso penal en tiempo adicionado y ganó la Supercopa Internacional. Facundo Roncaglia abrió la cuenta, Johan Carbonero igualó la historia y Gonzalo Piovi marcó el penal decisivo.