La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ordenó el refuerzo de una tropa de elite que recibió entrenamiento especial para reprimir eventuales incidentes durante el Mundial de fútbol de junio próximo, frente a los antecedentes de masivos disturbios en la Copa de las Confederaciones del año pasado.

Se trata de una medida de prevención de cara a la cita que comenzará en junio, luego de las copiosas manifestaciones ocurridas en la Copa de las Confederaciones, en las que se cuestionaron los gastos del mundial y de los Juegos Olímpicos 2016, entre otros ítems.

"Para la Copa del Mundo formamos 10 mil hombres bajo la doctrina de las operaciones de choque. Estamos en condiciones de actuar al mismo tiempo en las 12 ciudades que serán subsedes", dijo el jefe de la Fuerza Nacional de Seguridad, coronel Alexandre Aragon.