Sergio Agüero, que se había desgarrado ante Nigeria, trotó en el campo de juego de Cidade do Galo y hasta tuvo contacto con la pelota, lo que le abre una puerta para el tramo final de la Copa del Mundo cuando todos los pronósticos indicaban que ya no volvería a jugar.

Agüero trabajó detrás de uno de los arcos con el kinesiólogo Rubén Araguas. Corrió, picó y, finalmente, formó parte de la práctica de fútbol entre los suplentes y los sparrings. "Kun, vos vas a ser el comodín", le dijo Alejandro Sabella. Y entró y salió cuando el entrenamiento así lo requería.