Cada día, los ejércitos gastan millones de dólares en buques, armas y batallones. Son útiles para algunas guerras. No para todas. Los enemigos disparan misiles o ponen bombas, pero también amenazan en un ámbito más disimulado y, en ocasiones, más dañino: el ciberespacio. En él, según Ricardo Vanella, fundador de la Red Argentina-Americana para el Liderazgo (Real) y presidente de la Red Interamericana de Asociaciones de Alumni (IANAmericas), “es más barato atacar que defenderse”.