A las 15.15 puntual arrancó la inauguración del Mundial Brasil 2014 en el estadio Arena Corinthians, pero no colmó las expectativas.

Duro tan sólo 25 minutos. El pasto estaba cubierto por una tela de colores, presidida por una bola luminosa de tecnología LED.

Hombres marchando en forma de árboles y un  homenaje a la flora y fauna brasilera.

Luego llegó el turno de la de llegada de europeos a Brasil, y los diversos grupos étnicos que poblaban al país en el siglo XV.

Los recorridos musicales: Carnavales, samba, y obviamente el ritual de la capoeira. 

El tributo al deporte, Para la segunda fase, un niño en función de árbitro irrumpió con una tarjeta roja para que los bailarines abandonen el campo de juego y le den lugar a los chicos que representaron a todos los países clasificados para la fase final, que pelotearon en la cancha. 

La patada inicial estuvo a cargo de un joven parapléjico que llegó en su silla de ruedas y se montó luego en un exoesqueleto biónico, que incorpora los últimos avances de la robótica y que fue diseñado por 156 científicos, para llegar caminando hacia la pelota y dejar inaugurada la cita. (La transmisión de TV casi no lo llegó a mostrar)

El cierre de la ceremonia estuvo a cargo de Jennifer López y Pitbull, quienes vestidos de los colores nacionales de Brasil, verde y amarillo, interpretaron el himno oficial de la Copa del Mundo antes del partido inaugural del torneo.

Una ceremonia que fue de las más cortas de la Copa del Mundo, pero según los organizadores cada minuto significó horas de trabajo. Actuaron 600 bailarines de diversas edades. Iban de los 6 a los 60 años.

A los Juegos Olímpicos Londres 2012, quizás se le puede criticar que fue larga su apertura, pero brilló si la queremos comparar con esta "fiesta" mundialista, que empezó con mucha expectativa y terminó con sabor a poco.