La reunión anual del Foro Económico Mundial fue inaugurada este martes en Davos, Suiza, con un novedoso mensaje del Papa, que pidió a la élite política y empresarial un esfuerza frente a la desigualdad.

 

Tras el tradicional discurso de bienvenida de Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, el cardenal Peter Turkson leyó un discurso de Francisco, en el que éste advirtió que aunque la economía moderna ha logrado grandes avances en educación y sanidad, “a menudo ha llevado aparejada una amplia exclusión social”.

 

El obispo de Roma pidió a los jefes de Estado y de gobierno y empresarios presentes en Davos que promuevan “un enfoque inclusivo que tenga en cuenta la dignidad de toda persona humana y el bien común”, y abogó por un “renovado, profundo y amplió sentido de la responsabilidad por parte de todos”.

 

El santo padre se refirió al problema de la desigualdad, en la agenda de Davos, al día siguiente de que la ONG Oxfam publicara un sorprendente informe en el que afirma que las 85 personas más ricas del mundo “poseen la riqueza de la mitad de la población” planetaria.

 

En ese sentido, dijo el papa argentino, “el crecimiento de la igualdad requiere procesos encaminado a una mejor distribución de la riqueza, la creación de fuentes de empleo y una promoción integral del pobre, que va más allá de la mentalidad de asistencia”.