"Pero todos los obispos, todos somos pecadores, todos. Pero somos ungidos y queremos ser cada día más santos, más fieles a esta unción", sostuvo Jorge Bergoglio durante su homilía en la misa matutina que celebró en la residencia Santa Marta. Asimismo, señaló que "lo que hace a la Iglesia justamente, lo que da la unidad a la Iglesia es la persona del obispo en nombre de Cristo, porque es ungido, no porque fue votado por la mayoría. Y en esta unción una Iglesia particular" tiene su fuerza, consignó la agencia Ansa.

El papa, partiendo de las lecturas del día que hoy relataban la unción de David como rey de Israel, explicó que la diferencia entre la Iglesia y una simple organización humana la hace la unción que da a los obispos y sacerdotes la fuerza del Espíritu para servir al pueblo de Dios. También agradeció a los tantos curas santos que dan la vida en el anonimato de su servicio cotidiano. "Sin esta unción -afirmó el pontífice- David habría sido sólo el jefe de una empresa política que era el reino de Israel", habría sido un simple "organizador político".

En cambio, "tras la unción el Espíritu del Señor" desciende sobre David y permanece con él. Y la Escritura dice: `David iba creciendo cada vez más en potencia y el Señor Dios de los ejércitos estaba con él´. El ungido es una persona elegida por el Señor". Francisco también subrayó que "no se puede explicar cómo la Iglesia sigue adelante sólo con las fuerzas humanas. Esta diócesis va adelante porque tiene un pueblo santo, tantas cosas, y también un ungido que la lleva, que la ayuda a crecer".

"Esta parroquia va adelante porque tiene muchas organizaciones, pero también un sacerdote, un ungido que la lleva adelante. Y nosotros en la historia conocemos una mínima parte, pero cuántos obispos santos, cuántos curas, cuantos sacerdotes santos que dejaron su vida al servicio de la diócesis", concluyó.