El mismo día, un hombre abrió fuego contra legisladores republicanos que jugaban béisbol en las afueras de Washington y, en el otro extremo del mapa, un hombre disparó a mansalva contra los clientes de una oficina de correos de San Francisco. Ambos murieron. Ese mismo día, el 14 de junio, hubo unos 40 incidentes con armas de fuego en los Estados Unidos, según las estadísticas de Gun Violence Archive (GVA). Sólo en 2017, hasta ese día, se registraron 27.932 episodios de ese tipo. El saldo: 6.900 muertos y 13.558 heridos. Una rareza si esas cifras no reflejaran otra realidad: es el país con mayor proporción de armas por habitantes del mundo. Nueve por cada diez.