Entre el porro y el paco
Escuche bien lo que le voy a decir. Se lo planteo en forma descarnada para que sepa de qué estamos hablando. En un par de meses, en nuestro país, será absolutamente legal consumir cualquier tipo de drogas. Es mas, no solamente se deja de penalizar la tenencia para consumo personal; tampoco será ilegal tener una plantación de marihuana en el fondo de tu casa, por ejemplo.
Escuche bien lo que le voy a decir. Se lo planteo en forma descarnada para que sepa de qué estamos hablando. En un par de meses, en nuestro país, será absolutamente legal consumir cualquier tipo de drogas. Es mas, no solamente se deja de penalizar la tenencia para consumo personal; tampoco será ilegal tener una plantación de marihuana en el fondo de tu casa, por ejemplo. O consumir droga en público mientras no se esté incitando a un menor a consumir.
Estamos hablando de un tema fuertemente polémico, que genera debates tremendos y que atraviesa la educación y la familia. En este caso, no tengo una posición tomada. Escucho atentamente todos los argumentos y veo cosas razonables que comparto en ambos lados. Le digo que es un tema clave porque según toda la información que dispongo desde lo político y lo parlamentario, el proyecto que hoy empieza a discutirse en comisión, será convertido en ley. La aritmética de las bancas así lo confirma.
Hay un acuerdo de los tres bloques mayoritarios y por eso su aprobación está asegurada. Hablo de un proyecto consensuado entre el kirchnerismo, el radicalismo y el Frente Amplio Progresista. Esas tres fuerzas tienen amplia mayoría. Solo se oponen y no en todos los casos, legisladores vinculados al macrismo, al peronismo federal y aquellos que siguen los lineamientos de la iglesia católica.
Es un tema tan profundo y tan complejo que conviene no convertirlo en un River-Boca ni apelar a una mirada dogmática. Insisto, hay elementos que son positivos en ambas veredas. Y en varias de las propuestas de los que apoyan la despenalización y de los que se oponen, me aparecen serios interrogantes. Es un tema muy delicado. Porque en el fondo estamos hablando de la salud de nuestros hijos. Le cuento a grandes rasgos en que cosas estoy de acuerdo y que otras me hacen ruido.
Me parece muy bien que no se criminalice al consumidor de droga. Por un lado creo que cada uno tiene la libertad de hacer lo que quiera con su cuerpo y por otro, creo que un consumidor no es un delincuente, creo que es un enfermo y como tal debe ser tratado.
También debo decirle que comparto plenamente la postura del Padre Pepe que va en contra de la legalización. El dice que una ley de estas características no es igual en su impacto entre los jóvenes de la clase media o en los pibes que viven en las villas. El dice que en Palermo o en Caballito puede ser que alguien tenga la libertad de consumir drogas como un elemento recreativo. Se supone que su educación, la contención familiar y la estructura sanitaria le permiten hacer lo que quiera.
Pero que para un chico marginal y excluido que está acosado por el paco, el mensaje de que la droga es legal, le mete un ruido en la cabeza que le complica la vida. El documento del Episcopado lo dice así: “Para un chico de la villa la droga es huir hacia delante para llegar mas rápido al día de su propia muerte”. Los más vulnerables también lo son frente a la droga. Dice el Padre Pepe que por su experiencia se da cuenta que en la villa, los jóvenes no tienen acceso a nada. Solo acceden fácilmente a las drogas y las armas. Y que por lo tanto están despenalizadas de hecho.
Estoy de acuerdo en que deben ponerse todos los recursos y las energías en perseguir y castigar a los narcotraficantes y no a los consumidores. Aquí hay un consenso general. Y también en que hay que intensificar los programas preventivos y de atención urgente entre los sectores mas postergados de la sociedad. En esto creo que la inmensa mayoría de los argentinos estamos de acuerdo.
La nueva ley solo va a castigar al que comercia y no al que consume ni cultiva droga. Ese es el corazón del proyecto. La iglesia dice que eso va a aumentar el consumo porque el mensaje va a ser decodificado como que, si es legal, eso quiere decir que la droga no hace mal. Aquí hay grandes controversias. Victoria Donda dice que en Portugal y en Uruguay se aplica esta ley y el consumo bajó. Eduardo Amadeo dice que Holanda y otros países que eran mas permisivos están dando marcha atrás porque fracasaron y están volviendo a un mensaje que condena mas el consumo porque es algo negativo para la vida.
Los datos oficiales son estremecedores. Le doy algunos: en la última década, se triplicó el consumo de marihuana en los colegios secundarios. Pasaron a fumar porro casi 14 alumnos de cada 100 cuando antes no llegaban a 5. Otro dato terrible: la edad de iniciación en el paco, los pegamentos, el alcohol y otras adicciones entre los más pobres es de 14 años. Insisto, comienzan a los 14 años a suicidarse. Y a los 15 comienzan con la cocaína, el extasis y la marihuana.
¿Se da cuenta porque le digo que este es un tema trascendental? De vida o muerte. Unos dice que si se facilita la oferta, aumenta el consumo. Y otros plantean todo lo contrario, que como lo prohibido es mas seductor, al quedar liberado, baja el consumo. Incluso anoche, tanto Amadeo como Donda utilizaron el ejemplo del cigarrillo pero en sentido contrario. Amadeo dijo que como se prohibió el consumo en lugares públicos y se hizo una fuerte campaña del daño que produce el tabaco, la consecuencia es que ahora se fuma mucho menos. La diputada Donda dijo que es bueno que se fume menos pero que eso se logró porque se reguló y no porque se prohibió totalmente fumar como ahora se hace con la droga.
Nadie se debe sentir dueño de la verdad porque todavía no está claramente demostrado que es mejor. La experiencia indica que ni la prohibición que rige hasta ahora ni la liberación ha logrado solucionar este drama. Todos los países siguen discutiendo y revisan posiciones. Todos los aportes son bienvenidos. Todos los debates son lícitos. Pero no hay que aflojar en un mensaje claro:
Lo que para los narcos es una fortuna, para los que consumen es un veneno. La droga mata. Los narcos son los asesinos. Y los consumidores las víctimas.