El Papa Francisco concluyó este lunes por la noche su primera peregrinación a Tierra Santa con una reunión ecuménica y una misa en el Cenáculo, luego de una visita en la que propuso una mediación en entre israelíes y palestinos y promovió el entendimiento entre cristianos y judíos en el lugar donde nació Jesús.
 
Al final de su histórico viaje, el Papa argentino ofició una emblemática misa en varios idiomas, entre ellos el español, en el lugar donde la tradición cristiana siúa la última Cena de Jesús con sus discípulos, allí donde Cristo instauró la eucaristía, y que es objeto de disputa entre el Vaticano e Israel.
 
En una de las misas más emotivas que celebró en sus tres días de periplo por Tierra Santa, que inició en Jordania y que lo llevó además a Belén y Jerusalén, el Papa recordó la importancia de esta sala, ubicada en un inmueble que alberga también un santuario judío y uno musulmán.
 
“El Papa señaló en uno de sus discursos que ‘no se puede negociar si no hay voluntad de renunciar’ a cosas”, destacó Nelson Castro, el enviado especial de Continental, única radio que cubrió la gira del Sumo Pontífice a Tierra Santa.