China estableció que los menores de edad podrán jugar videojuegos solo una hora por día, entre las 20 a las 21 de viernes a domingo, con un tope de tres horas semanales, más un "bonus" de una hora extra por cada feriado nacional.

A menos de 48 horas de la apertura del nuevo año escolar, la National Press and Publication Administration emitió la notificación "para la efectiva prevención de la dependencia de los menores de los juegos online", con el fin -dijeron los medios oficiales- de prevenir el antiguo problema de la ludopatía (adicción al juego).

De este modo "será protegida de modo más eficaz la salud física y mental de los menores, también con la implementación férrea de registros y accesos con nombre real y reconocimiento facial".

La medida es otro golpe a los grandes tecnológicos y se reiteró la necesidad de "guiar activamente a las familias, escuelas y otros sectores sociales a cumplir la responsabilidad de la tutela de los menores, en conformidad con la ley, y creando un buen ambiente de sano crecimiento".

Las nuevas reglas provocaron protestas en las redes sociales chinas, donde muchos usuarios se quejaron de que eran demasiado estrictas.

"Esta política supone que los juegos son malos", escribió un usuario en Weibo, la plataforma china similar a Twitter.

Algunos también señalaron los inconvenientes de imponer una prohibición general, sugiriendo que debería haber reglas que se apliquen a "diferentes tipos de juegos y menores de diferentes edades".

"¿Son iguales [las edades de] 7 y 17 años?", preguntó otro usuario de Weibo.

A otros les preocupaba que, en última instancia, que el país se quede atrás en el mundo de los juegos competitivos.

"Entonces, China no tiene futuro para los deportes electrónicos. Es imposible para los adolescentes entrenar", escribió un tercer usuario de Weibo. "Los niños de otros países ganarán el campeonato mundial a los 17 años, mientras que nosotros empezamos a jugar a los 18".