El Mercosur está lejos de coronar los sueños de sus fundadores, pero, según la canciller argentina, Susana Malcorra, “sería absurdo tirar por la borda el esfuerzo que ha demandado su construcción”. Se trata, dijo, de la prioridad de la política exterior del país; seguida por América latina, “desideologizando las relaciones”; los Estados Unidos, “eje fundamental desde el punto de vista político y económico”; la Unión Europea (UE), convulsionada por el “sobredimensionado” impacto en los mercados de la salida del Reino Unido, y Asia, “más allá de los vínculos con China y Rusia”, cobijados por el gobierno anterior, así como Medio Oriente y los países del Golfo Pérsico.