María Soledad Morales tenía sólo 17 años. La encontraron muerta a la entrada del Parque Daza el 10 de septiembre de 1990. Había desaparecido dos días antes, el viernes 8.

La estudiante fue una discoteca por una fiesta de egresados donde juntaban dinero para ir a Bariloche. Su amigo, Luis Tula, la llevó a otro boliche, donde la violaron, tras suministrarle una dosis letal de cocaína que le provocó la muerte.

En el lugar se encontraba Guillermo Luque, hijo del entonces diputado nacional por el PJ Angel Luque. El escándalo lo llevó a la expulsión del Congreso.

Los jóvenes vinculados al crimen fueron popularmente conocidos como "hijos del poder". El intento de las autoridades de Catamarca de encubrir el asesinato desencadenó una histórica movilización popular que contó con el apoyo de amplios sectores en todo el país.

Luis Tula, fue condenado a 9 años por "entregar" a la María Soledad. En la cárcel estudió Derecho y se recibió de abogado. Por otra parte, Guillermo Luque fue condenado a 21 años como coautor del crimen. En abril de 2010 se le concedió la libertad condicional, al haber cumplido los dos tercios de la condena.