Los acusados cayeron en una treintena de allanamientos que se hicieron el martes de la semana pasada en los barrios Saladillo, Tablada y Santa Lucía, en la zona sur y oeste de Rosario. En esos operativos se incautó una gran cantidad de celulares, dinero en efectivo y prendas de vestir que se cree que fueron usadas en algunos de los ataques.