En Villa La Angostura puede suspender la temporada turística de invierno, como consecuencia de las cenizas. Un comité tomará la decisión en diez días. Muchos operadores turísticos y comerciantes ya perdieron las esperanzas, debido a que la permanente “lluvia gris” torna compleja la vida de los propios lugareños. Defensa Civil aconsejó a los habitantes que abandonen la zona, ante una posible nevada que pueda causar aludes.

El gobernador neuquino, Jorge Sapag, definió a la situación como “un desastre ambiental, originado por millones de toneladas de cenizas que largó el volcán”, y anticipó que mañana llegaría ayuda económica del Gobierno nacional.

Los aeropuertos de la Patagonia siguen cerrados y no podrían ser reabiertos hasta fin de mes. A todo esto, en Mendoza hay más de mil seiscientos camioneros varados en Uspallata, a la espera de que se reabra el paso internacional Cristo Redentor, bloqueado por un temporal de nieve.

Por Continental, Ariel Domínguez, secretario de Gobierno de Villa La Angostura, relató que, “además de las cenizas, el frío también afectó al sistema energético”. En Magdalena Tempranísimo, aseguró que el agua restituida “es potable, aunque la ciudad sigue en estado de alerta rojo”.