Las colisiones de estrellas de neutrones son clave para nuestra comprensión del universo. Se cree que crearon metales pesados ​​que formaron estrellas y planetas como el nuestro hace miles de millones de años.

La luz de los choques solo es visible durante un par de noches, por lo que el telescopio debe correr para localizarlos. Los astrónomos observaron una de estas colisiones en 2017, pero en gran parte la encontraron por suerte.

El observador óptico transitorio de ondas gravitacionales (GOTO, por su sigla en inglés) construido por Reino Unido y ubicado sobre las nubes en la volcánica isla española de La Palma, ahora las buscará sistemáticamente.

"Cuando surge una detección realmente buena, todos se ponen manos a la obra para aprovecharla al máximo", explicó a BBC Mundo, en La Palma, el profesor Danny Steeghs, de la Universidad de Warwick.

"La velocidad es esencial. Estamos buscando algo de muy corta duración, no hay mucho tiempo antes de que se desvanezcan", agregó.

Las estrellas de neutrones son tan pesadas que una pequeña cucharadita de su material pesa 4.000 millones de toneladas. El telescopio permite a los astrónomos entreabrir una de ellas para ver qué hay dentro.